viernes, 26 de junio de 2015

como un pájaro que entra en un bosque

Su voz es grave, algo rota. El pelo encrespado, gris, negro, blanco, barba breve y canosa, piel oscura de caribe cubano y sonrisa amplia. Manos lentas, como todo su cuerpo grande cuando habla. Pasa ya los sesenta. Cálido. Seguro. Abierto. Así deja fluir Alberto Lescay recuerdos, sensaciones, reflexiones en torno al arte y al oficio de artista. Su voz es como un pájaro que te acompaña al entrar en un bosque que apenas conoces. Escucho y siento que algo conecta aquí, en los adentros.